KAREN BLIXEN
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"Karen Blixen no es Meryl Streep. Fumaba demasiado. Muchos recuerdan sólo su voz envuelta en humo. Parecía un cadáver con turbante, pendientes enormes y bufandas de leopardo. Y el sempiterno cigarro en la mano, y el giro de la muñeca, y la conversación diseñada siempre para impresionar. Su padre se suicidó cuando ella tenía ocho años, enfermo de sífilis, y esa muerte vertebró su vida. En aquella época -la Dinamarca de finales del XIX-, una teoría médica sostenía que la sífilis arrastraba al enfermo a la locura."
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Soy Karen Christence Blixen-Finecke,una escritora danesa,aunque muchos me conoceréis por el pseudónimo Isak Dinesen. Nací en Rungsted, Dinamarca el 17 de abril de 1885 y el día de mi muerte fué el 7 de septiembre de 1962.Me crié en una familia burguesa por parte de madre y heredé de mi padre el amor a una vida sin límites, ya que él había sido cazador en América, había vivido con indios y me había transmitido ese gen aventurero.Mi padre, Whihelm Dinesen, militar, se suicidó cuando yo tenía diez años, atormentado por no resistir la presión de padecer sífilis, enfermedad que en aquella época estaba estigmatizada. Mi madre, Ingeborg Westenholz,se quedó sola con cinco hijos a su cargo, a los que pudo mantener gracias a la ayuda familiar. Yo, como mis hermanas, me eduqué en prestigiosas escuelas suizas y me educaron para las clases altas.
Me enamoré desde muy pequeña de Hans, mi primo segundo; pero me obligaron a casarme con el hermano de éste, Bror. Fue Bror quien me contagió la sífilis: estuvo en África antes que yo y tuvo relaciones con mujeres masáis, libres, nómadas y enfermas. Él era un portador sano,y yo me convertí de por vida en una mujer doliente, siempre al borde de la quiebra. Me fuí con Bror a Nairobi, donde desarrollé mis enormes plantaciones de café(The Karen Coffee Company).El matrimonio fue difícil.Cansada de las infidelidades de mi marido, nos separamos tras seis años de matrimonio, quedándome con la plantación.
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Sólo comía uvas, champán y espárragos. Fui tacaña -hasta conmigo misma- sin renunciar a la sofisticación. Decía a menudo que dios me había abandonado y que tendría que pactar con el diablo. Que él me protegería.Crecí con la necesidad de irme a otra parte y encontré la paz en África. Fue un flechazo inmediato:
aprendí las lenguas aborígenes, como el suajili, y me empapé de las costumbres locales. Los nativos me apodaban «la hermana leona» y me gané el afecto de ellos por mi coraje, mi buena puntería y mi habilidad como cazadora.
Nunca fui una mujercita doblegada a pesar de mis fragilidades,estaba liberada. Me encargaba de la granja yo sola con tres mil africanos a mi cargo.
Conocí a Denys Finch Hatton, un cazador británico afincado en Kenia. Empezamos una relación amorosa intensa, pero con muchos altibajos.
En 1931, Denys Finch Hatton se mató en su avión Gipsy Moth. Yo seguí a cargo de la plantación hasta que la caída de los precios del café en 1931 me obligaron a venderla y regresar a Dinamarca. Siempre pensé en volver pero la Segunda Guerra Mundial me lo impidió.
La escritura y las fronteras
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Regresé a mi país a los 47 años, arruinada. Volví, como en una pesadilla, a la casa de la que huí, a la madre de la que huí, a la sociedad de la que huí. Me sentía triste y encerrada,sobretodo nostálgica.Deseaba, al menos, poder irme a Francia, a Londres, a América... quería vivir en otro sitio, pero los problemas de dinero, la enfermedad y la guerra me cerraron cualquier frontera.
La escritura me salvó, me permitió reinventarme tras la pérdida del paraíso. Como una reconciliación con la vida, como una forma de volver.Si bien ya había publicado algunos trabajos, es entonces cuando comiencé mi carrera literaria bajo diversos seudónimos, el más conocido de los cuales es Isak Dinesen, con el cual publiquéuna serie de apuntes autobiográficos sobre mi vida en África. Pero fue mi libro Memorias de África (1937) el que sin duda me catapultó a la fama a nivel mundial; inspirada en el libro se filmó la premiada película Out of Africa, protagonizada por Meryl Streep en el papel de Karen y por Robert Redford como Dennys Finch Hatton.
Mi nombre se barajó varias veces para el Nobel de Literatura, pero el año que más cerca estuve se lo llevó Hemingway. ¡Y mira, hasta el propio Ernest dijo en su discurso de Estocolmo que el premio tenía que haber sido para mi!
Además,el asteroide (3318) Blixen fue llamado así en mi honor.
MIS OBRAS
A lo largo de mi vida he escrito alrededor de 14 obras,de las cuales las más destacadas son las siguientes:
Memorias de África
La historia de la pasión por un continente histórico. Recién casada, una joven danesa, hija y hermana de militares, aristócrata y refinada, viajó a África, a Kenia, donde permaneció durante diecisiete años. Y esa experiencia dio lugar a una novela que es una encendida declaración de amor a unos paisajes, a unas gentes y a unas culturas que se situaban en el polo opuesto de lo que había sido su pasado familiar y social. Para Isak Dinesen, África fue el escenario de un destino y la revelación de la pluralidad fascinante del mundo y sus gentes. Poseída por la necesidad de Sherezade, la autora nos relata un cuento que se prolonga a lo largo de páginas encantadas: el cuento de su vida en África y el cuento de la vida de los que la rodeaban ¿europeos o somalíes, kikuyus o masais?
La autora escribió con Memorias de África, donde cuenta en primera persona sus vivencias en el vasto continente, el mejor de todos sus libros. Una de las narraciones más perfectas de la literatura europea contemporánea .
Esta obra ha sido llevada al cine exitosamente con la película:Memorias de África,la cual ganó un Óscar.
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Vengadoras angelicales
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Cuando una tiene «nazis en el jardín y judíos en la cocina», lo mejor es ponerse a escribir una novela. Eso hizo Karen Blixen (más conocida como Isak Dinesen, autora de Memorias de África) en 1944, con su país ocupado por los alemanes, y de ello resultó Vengadoras angelicales. En su momento, el libro se leyó como una alegoría política. Hoy sabemos que su contenido era mucho más ancho y más profundo. Una reflexión sobre la fuerza de la maldad, la potencia del amor, el significado y la necesidad del coraje. Y también una lúcida visión del papel contradictorio de la mujer en el mundo: adorada y ultrajada, apenas libre, objeto de comercio infame, manipulada hasta todos los abusos. Lectura amena y reveladora, Vengadoras angelicales es el más ambicioso y completo trabajo narrativo de Isak Dinesen.
El cuento del joven marinero
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Simón es un marinero joven e inexperto al que la vida aún debe dar muchas lecciones. La ingenuidad y la pasión con la que afronta las decisiones le llevarán en algunas ocasiones a realizar acciones de una gran bondad, como liberar a un ave atrapada en un mástil, o de una atroz crueldad, como matar a un hombre que le impide llegar hasta su amada. Isak Dinesen nos muestra en este cuento los peligros a los que nos pueden arrastrar la falta de reflexión, la inconsciencia y la pasión, que aunque nos guíen en busca del placer, pueden llegar a jugarnos malas pasadas.
Ehrengard
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Ehrengard, publicado póstumamente en 1962, el año de la muerte de su autora, es el último cuento de envergadura que Isak Dinesen llegó a completar y uno de los más extensos de cuantos escribió a lo largo de su vida. Podría casi considerarse una novela corta. De los cuentos contados, transmitidos, orales, susceptibles de repetición, de hecho necesitados de repetición, como bien saben los mejores y más entendidos oyentes de cuentos, los insomnes y los niños.
Es un cuento cortesano tradicional, con príncipes y princesas enamorados, y castillos y bosques y lagos y corceles y guerreros y peligros... Pero también es una educación artística nada tradicional y muy moderna, así como una sátira de ciertas convenciones sociales.
MUSEOS EN HONOR A KAREN BLIXEN
En el mundo hay dos museos sobre su figura: el Museo Karen Blixen, situado en Nairobi, y el Karen Blixen Museum, que está ubicado en Rungstedlund (Copenhague) en la que fue la casa en la que vivió. Pero no sólo eso, también existe un asteroide en su honor: 3318 Blixen, que fue descubierto en un observatorio danés en 1985.
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La casa de Karen Blixen
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“Yo tenía una granja en África, al pie de las colinas de Ngong. El ecuador atravesaba aquellas tierras altas a un centenar de millas al norte, y la granja se asentaba a una altura de unos seis mil pies. Durante el día te sentías a una gran altitud, cerca del sol, las primeras horas de la mañana y las tardes eran límpidas y sosegadas, y las noches frías…”
Isak Dinesen (Karen Blixen)
La casa de Karen Blixen es uno de los lugares más visitados en Kenia por viajeros y viajeras que deciden pasar un día en Nairobi, antes o después realizar un safari.
Su casa actualmente convertida en museo nacional, se encuentra ubicada en las colinas de Ngong, a unos quince kilómetros al suroeste de Nairobi.
La casa museo está abierta al público y puede visitarse todos los días incluidos fines de semana y festivos en horario de 9:30 a 18:00. Se ofrecen visitas guiadas y cuenta con una pequeña tienda que ofrece artesanías, libros, postales y otros recuerdos.
La decoración interior mantiene muebles originales de Karen así como algunas de sus pertenencias, entre ellas varias de sus pinturas, una de sus grandes aficiones, o su máquina de escribir, que por cierto no se permiten fotografiar por cuidar y proteger su estado original lo mejor posible.
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Enlace para reservar visita al museo
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Aquí tenéis tres libros para leer y adorar a Isak Dinesen (Karen Blixen), la gran dama de las letras danesas
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FRASES DE KAREN BLIXEN
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Dios ha hecho el mundo redondo para que nunca podamos ver demasiado lejos el camino.
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Los tiempos difíciles han ayudado a hacerme comprender mejor lo infinitamente rica y maravillosa que es la vida y que muchas cosas que nos preocupan no tienen la más mínima importancia.
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Cuando tengas una tarea difícil que hacer, algo que parece imposible, solamente trabaja cada día un poco, todos los días un poco, y de repente verás que el trabajo estará terminado.
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El hombre alcanza el punto más alto de la amabilidad entre los 12 y los 17, para llegar nuevamente, en una segunda floración, entre los 70 y los 90 años de edad.
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Arte real siempre debe suponer cierta brujería.
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África, entre los continentes, les va a enseñar a ustedes que Dios y el Diablo son uno.
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